SANTO DOMINGO.- Para el historiador y catedrático Roberto Cassá es
necesario y urgente que el Estado dominicano sea enérgico para regularizar el grave
problema de la inmigración haitiana, y debe expulsar del país a los indocumentados haitianos y tomar otras medidas para resolver el tema migratorio.
Entrevistado en la Z101, el profesor Cassá afirmó que la masiva entrada de
indocumentados haitianos se debe, principalmente, a la corrupción que permite el
ingreso frenético de haitianos por la frontera, sin ningún tipo de control.
Por cierto, aseguró que “Haití constituye hoy día una amenaza a la supervivencia de la
nación dominicana”, pues “hay un proceso migratorio alarmante, que puede dar lugar a
gravísimos problemas étnicos y de confrontación nacional”.
“El país no puede aceptar un número creciente de inmigrantes, se requiere regularizar la
inmigración, que implica en primer lugar la salida de los inmigrantes ilegales, es decir, la
regularización legalizada de la inmigración, de acuerdo a conveniencias nacionales”, dijo.
“El problema -continuó- es una inmigración irregular y creciente, apoyada por organismos
internacionales. El Estado dominicano tiene que tomar posición y tiene que parar esa
inmigración, regularizarla y expulsar a los ilegales, y que los residentes haitianos estén
amparados en condiciones de regularidad jurídica”.
Cassá, director del Archivo General de la Nación, denunció que algunas naciones quieren
imponerle a este país una “inmigración masiva haitiana como válvula de escape para
solución transitoria a la tragedia de Haití”, tragedia que “no se va a solucionar con
migración dominicana, porque hay más de 5 millones de haitianos pasando hambre”.
Planteó que la comunidad internacional debe asumir el problema haitiano y es urgente,
además, eliminar la corrupción fronteriza que involucra “a militares, empresarios, políticos
y otras figuras, de manera que el Estado debe tomar posición frente a esto, y erradicar esta
práctica nociva”.
Reconoció que el diálogo binacional se torna difícil y complejo, porque algunas potencias
acusan a los dominicanos de ser “racistas”, cosa que no es cierta, y también porque
intelectuales haitianos dicen que el pueblo dominicano es el culpable de sus desgracias, lo
que tampoco es cierto.-