Moscú (EFE).- Rusia basará su política exterior en la necesidad de acabar con el monopolio de Occidente, que impulsa intereses “egoístas” y no tiene en cuenta el principio del equilibrio de intereses.
Así lo ha anunciado hoy el ministro de Exteriores, Serguéi Lavrov, en una intervención en la Duma del Estado, la Cámara baja rusa.
“En nuestro concepto de política exterior actualizado, hablaremos sobre la necesidad de poner fin al monopolio de Occidente sobre la formación del marco de la vida internacional (…)”.
En opinión del jefe de la diplomacia rusa, este marco de convivencia “de ahora en adelante debe basarsee no en sus intereses egoístas, sino en un fundamento bastante universal de un equilibrio de intereses, como lo requiere la Carta de la ONU, que consagró el principio de la igualdad soberana de todos los Estados”.
Lavrov acusó a Occidente de tratar de hacer “retroceder décadas (a Rusia) o incluso perturbar el desarrollo del país” y preparar su “colapso”.
“Hoy, Estados Unidos y sus satélites están llevando a cabo una guerra híbrida total contra nosotros que ha sido preparada durante muchos años, utilizando a los radicales nacionales ucranianos como ariete”, ha dicho.
El ministro planteó como alternativa al eje occidental la alianza ruso-china y añadió que está desarrollando “relaciones de una asociación estratégica particularmente privilegiada con India y “lazos fuertes” con Brasil, Irán, los Emiratos Árabes Unidos (EAU), Egipto, Turquía, Arabia Saudí, Sudáfrica y otros estados amigos en todos los continentes, entre ellos América Latina.
Rusia revisará sus obligaciones internacionales
Lavrov ha anunciado también que su país revisará sus obligaciones con las organizaciones internacionales, para lo que ha decidido retener los pagos en aquellos casos en que son violados los derechos de Rusia.
“Toda una serie de acuerdos en el marco de los cuales se intenta minar nuestros derechos se encuentran a revisión en el Gobierno en el marco de la ley sobre tratados internacionales. El trabajo abarca todo el espectro de nuestras obligaciones internacionales”, ha precisado.
El jefe de la diplomacia rusa se refería a la controvertida ley que otorga prioridad a la Constitución rusa sobre los compromisos estipulados por los tratados internacionales.
“Ahora estamos realizando el correspondiente inventario. Nos salimos de varias convenciones y acuerdos que ya han perdido su vigencia. Aquí no hay ninguna política”, explicó.
En particular, aludió a la Organización para la Prohibición de las Armas Químicas (OPAQ), en cuya convención, según el ministro, se han introducido “mecanismos ilegítimos”.
Debido a la campaña militar en Ucrania, Rusia abandonó en marzo de 2022 el Consejo de Europa, organización a la que pertenecía desde 1996, un día antes de que se consumara su expulsión.
El mes pasado el presidente ruso, Vladímir Putin, remitió a la Duma un proyecto de ley sobre el cese del cumplimiento de 21 acuerdos entre Rusia y el Consejo de Europa.