Madrid (AFP). Ucrania y Rusia firmarán en breve un acuerdo para permitir las exportaciones de grano por el mar Negro, como anunció el jueves la presidencia de Turquía, y Gazprom reanudó el suministro de gas a Europa a través del gasoducto Nord Stream.
El secretario general de la ONU, Antonio Guterres, acompañará al presidente turco, Recep Tayyip Erdogan, y los representantes de Ucrania y Rusia en la ceremonia de firma del acuerdo el viernes a las 13H30 GMT en Estambul, explicó la presidencia turca.
Estados Unidos saludó el acuerdo negociado con la mediación de Turquía y cargó a Rusia con la responsabilidad de cumplir el pacto.
«Acogemos con satisfacción el anuncio de este acuerdo, pero en lo que nos centramos ahora es en responsabilizar a Rusia de la aplicación de este pacto», dijo a los periodistas el portavoz del Departamento de Estado, Ned Price.
El primer acuerdo alcanzado entre Ucrania y Rusia desde el inicio de la guerra el 24 de febrero llega en un momento de explosión de los precios de los alimentos a escala mundial, lo que amenaza con una hambruna a los países más pobres.
Cerca de 25 millones de toneladas de trigo y otros alimentos están bloqueados en los puertos ucranianos por los buques de guerra rusos y las minas que Ucrania sembró para impedir un asalto por las aguas.
El ministro de Relaciones Exteriores de Turquía había expresado su «optimismo» sobre un acuerdo en los «próximos días», si los países occidentales respondían a las demandas de Rusia.
El presidente ruso, Vladimir Putin, puso una condición adicional esta semana al exigir que los granos de su país fueran incluidos en las negociaciones.
Europa vuelve a recibir gas ruso
Europa respiró de alivio este jueves después de que Rusia volviera a abrir su flujo de gas a través de Nord Stream, tras una suspensión de operaciones por mantenimiento.
Según los primeros datos publicados por el operador alemán de esta red, Gascade, el flujo equivale al que este gasoducto registró antes de la suspensión, que corresponde a un 40% de su capacidad.
Rusia responsabilizó a los occidentales por los problemas técnicos en el suministro de gas a Europa.
«Son las restricciones las que impiden reparar los equipos, especialmente las turbinas en las estaciones de compresión», afirmó el portavoz de la presidencia, Dmitri Peskov.
La posible falta de gas alarma a muchos países europeos.
Rusia «estudiará» la posibilidad de suministrar gas suplementario este año a Hungría, país que importa 65% de su petróleo de Rusia y 80% de su gas, declaró el jefe de la diplomacia rusa, Serguéi Lavrov, tras una entrevista en Moscú con su homólogo húngaro, Peter Szijjarto.
Mientras tanto, la Comisión Europea está preparando el terreno para enfrentar una eventual escasez de gas durante el invierno.
El plan del ejecutivo europeo se debatirá el 26 de julio, pero España, Portugal y Grecia ya anunciaron su oposición.
«Precipicio nuclear»
Sobre el terreno, Rusia continuó sus mortíferos bombardeos contra la ciudad ucraniana de Járkov (noreste), la segunda ciudad más grande del país, donde al menos tres personas murieron y 23 resultaron heridas, afirmó la fiscalía ucraniana.
Ucrania acusó a Rusia de almacenar armas pesadas y municiones en el sitio de la central nuclear ocupada de Zaporiyia (sur), la más grande de Europa y bajo control de las fuerzas del Kremlin desde marzo.
Rusia, por su parte, denunció que las fuerzas ucranianas realizaron ataques con drones esta semana «a pocas decenas de metros de estructuras vitales para la seguridad de la central».
En Kramatorsk, escenario de duros combates en los últimos meses, fue bombardeada este jueves una escuela usada como depósito de comida, según responsables ucranianos.
En una entrevista exclusiva con la AFP, Alexander Lukashenko, presidente de Bielorrusia y principal aliado del Kremlin, urgió a Occidente, Rusia y Ucrania a negociar para evitar una escalada nuclear.
«Vamos, paremos. No debemos ir más lejos. Más allá es el precipicio, es la guerra nuclear», dijo el líder bielorruso.
Mercosur rechaza discurso de Zelenski
Ucrania, cuya economía se ha hundido desde el inicio de la invasión rusa, anunció la devaluación del 25% de su moneda frente al dólar.
«Esta medida reforzará la competitividad de los productores ucranianos» y «apoyará la estabilidad de la economía en condiciones de guerra», afirmó en un comunicado el Banco Central.
En el plano diplomático, el presidente ucraniano, Volodimir Zelenski, sufrió un revés con la negativa del Mercosur -Argentina, Brasil, Paraguay y Uruguay- de permitirle pronunciar un discurso en su cumbre de jefes de Estado del jueves.
«No hubo consenso», informó el miércoles Raúl Cano, viceministro de Relaciones Exteriores de Paraguay, país anfitrión del encuentro de presidentes.
Cano explicó que todas las decisiones del bloque se toman por consenso pero no identificó al país o los países que se opusieron a la intervención de Zelenski.