SANTO DOMINGO.– En medio de escenas de profundo dolor y exigencias de justicia, fue sepultado este jueves en el cementerio Cristo Redentor el adolescente Josué Martínez Reynoso, de 16 años, quien falleció el pasado martes tras recibir dos estocadas supuestamente a manos de un amigo.
El crimen ocurrió en el residencial Guajimia, sector Las Caobas, luego de una discusión presuntamente originada por un cigarrillo electrónico.
Su padre, Juan Miguel Martínez, visiblemente afectado, dijo sentirse destruido emocionalmente:
«Ese que tú ves ahí era el ala de mis ojos. Ya no vivo, sobrevivo».
El padre también sostuvo que el ataque no fue un impulso del momento, sino un acto premeditado:
«Lo sabía mucho muchacho del grupo y gente adulta, por el hijo mío, como es muchacho jugoso, contento, nunca creyó que lo podía haber matado. Confío en él.»
La familia exige que se aplique todo el peso de la ley contra el agresor, y advierten a los jóvenes sobre los riesgos de confiar ciegamente en sus amistades.