ESTADOS UNIDOS (EFE).-Landry Shamet encendió el Madison Square Garden y Karl-Anthony Towns para nada decepcionó. Esa combinación llevó a los Knicks de Nueva York a una victoria 140-132 sobre el Heat de Miami, la noche del viernes.
Con 3:09 minutos por jugar, clavó un triple que colocó a los Knicks arriba por 14 puntos y prácticamente sentenció el partido. Cuando fue a la línea en la siguiente posesión, el público se puso de pie para ovacionarlo.
Sin Jalen Brunson —ausente por un esguince de tobillo— y tras perder a OG Anunoby en el primer cuarto por una distensión en el tendón de la corva, Nueva York necesitaba respuestas.
Shamet entregó mucho más que eso: 36 puntos, su mejor marca en la NBA, para encabezar una ofensiva que colocó a los Knicks con récord de 8-4 y 1-1 en la Copa NBA.
Towns también se adueñó de momentos determinantes. En el segundo cuarto recibió un pase de Mikal Bridges y lanzó un triple lejano —desde 9.5 metros— celebrándolo antes de que el balón tocara la red, desatando al Garden.
Venía de encestar otro triple en la posesión anterior y sumó luego dos tiros libres, hilando una racha personal de 8-0. Terminó con 39 puntos, 9 rebotes y 11 asistencias, la actuación más completa de la noche.
«JB no jugó hoy y todos teníamos que dar un paso al frente», dijo Towns al New York Post en un artículo bajo la firma del periodista Jared Schwartz.
«Quise hacer todo lo posible para suplir su aporte ofensivo. En la primera mitad lo hice bien; en la segunda dejé que el juego fluyera. Y Landry Shamet es una de las principales razones», agregó.
Jordan Clarkson fue otro puntal desde el banquillo con 24 puntos, mientras Mikal Bridges añadió 15 y Josh Hart completó una labor integral con 12 unidades, 12 rebotes y 10 asistencias, rozando el triple-doble.
Por Miami, Norman Powell sostuvo a su equipo con 38 puntos, seguido por Jaime Jáquez Jr. (23), Andrew Wiggins (15), Kel’el Ware (15) y Pelle Larsson (14).

