Al término de la sesión bursátil, los títulos de Eli Lilly se dejaron más de un 4 %, una caída que numerosos analistas atribuyeron al episodio vivido en la red social.
Su caída, sin embargo, se produjo en una mala jornada generalizada para el sector sanitario, que fue el que más retrocedió en Wall Street.
Tres empresas de ese ámbito, por ejemplo, se situaron a la cola de los treinta valores que forman el Dow Jones de Industriales, el principal indicador de la bolsa neoyorquina: UnitedHealth perdió un 4,06 %, MSD un 3,86 % y Johnson & Johnson un 2,99 %.
Eli Lilly ha sido solo una de muchas empresas que estos días han visto cómo usuarios de Twitter se hacían pasar por ellas, en general para hacer bromas, aprovechando el nuevo sistema de verificación de pago impulsado por el nuevo dueño de la red social, Elon Musk.
En su caso, el mensaje declarando que la insulina , uno de sus productos principales, pasaba a ser gratis, corrió como la pólvora y obligó a la compañía a salir a aclarar que no era cierto.
El episodio ilustró perfectamente los problemas generados por esta nueva realidad en Twitter, que da el símbolo azul de usuario verificado a cualquiera que pague una suscripción de 8 dólares mensuales, sin ningún tipo de control sobre su identidad.
Este viernes, en un nuevo bandazo, Twitter detuvo el acceso a este servicio y recuperó la marca de «oficial» para distinguir algunas cuentas frente a posibles impostores.
Esa marca gris, que se había puesto en marcha esta semana para distinguir a empresas, Gobiernos o personalidades, había sido cancelada poco después por orden directa de Musk.
Ahora, aparentemente, solo los anunciantes en la red social están recibiendo este distintivo, que busca combatir el problema de la «suplantación» de identidades, según dijo la propia empresa.