KIEV (YAHOO NOTICIAS.COM)-Ucrania negó este martes haber atacado una residencia del presidente ruso Vladimir Putin y aseguró que Moscú no ha presentado “pruebas plausibles” sobre la acusación, mientras el Kremlin advirtió que endurecerá su postura en las negociaciones para poner fin a la guerra.
El aumento de la tensión diplomática se produce poco después de que Washington y Kiev anunciaran avances en las conversaciones orientadas a un eventual acuerdo que ponga fin al conflicto, iniciado con la invasión rusa de Ucrania en 2022.
“Ha pasado casi un día y Rusia aún no ha proporcionado pruebas plausibles de sus acusaciones sobre el supuesto ‘ataque de Ucrania a la residencia de Putin’”, afirmó el ministro de Relaciones Exteriores ucraniano, Andrii Sibiga, en la red social X. “Y no lo harán. Porque no hay ninguna. No se produjo ningún ataque de ese tipo”, subrayó.
El canciller ucraniano también criticó las condenas emitidas por Emiratos Árabes Unidos, India y Pakistán, al considerar que estas reacciones “socavan el proceso de paz constructivo que actualmente avanza”. A su juicio, responder a lo que calificó como afirmaciones “manipuladoras e infundadas” solo favorece la propaganda rusa y alienta nuevas acciones militares.
El lunes, Rusia acusó a Ucrania de haber lanzado durante la madrugada 91 drones contra una residencia oficial de Putin ubicada en la región de Nóvgorod, entre Moscú y San Petersburgo. Tras el incidente, el Kremlin aseguró que su posición en las negociaciones se vería endurecida.
No obstante, Moscú se negó a presentar pruebas, alegando que todos los drones fueron derribados por el sistema de defensa aérea. “No creo que deba haber pruebas si se lleva a cabo un ataque con drones tan masivo que, gracias al trabajo bien coordinado del sistema de defensa aérea, fueron derribados”, declaró el portavoz del Kremlin, Dmitri Peskov, quien señaló que cualquier resto debería ser consultado con el Ministerio de Defensa.
El presidente ucraniano, Volodimir Zelenski, calificó el lunes las acusaciones como una “mentira” del Kremlin, destinada, según dijo, a justificar nuevos ataques contra Kiev y a socavar los esfuerzos diplomáticos entre Ucrania y Estados Unidos.
Donald Trump, presidente de Estados Unidos, reaccionó al tema desde su residencia de Mar-a-Lago, en Florida. “No me gusta esto. No es bueno”, afirmó, al revelar que el propio Putin le mencionó el asunto. “Es un momento delicado. No es el momento adecuado”, añadió.
Mientras tanto, varios líderes occidentales sostuvieron el martes conversaciones sobre la situación en Ucrania, entre ellos el primer ministro polaco Donald Tusk, la presidenta de la Comisión Europea Ursula von der Leyen y el canciller alemán Friedrich Merz.
Zelenski informó además que Estados Unidos ha ofrecido a Ucrania garantías de seguridad “sólidas” frente a Rusia por un período de 15 años, prorrogable.
En el terreno, los enfrentamientos continúan. La fuerza aérea ucraniana reportó que durante la madrugada del martes el país fue atacado con dos misiles y 60 drones rusos. En la región de Chernígov, al norte del país, las autoridades ordenaron la evacuación de 14 localidades cercanas a la frontera con Bielorrusia, donde aún permanecían unas 300 personas.
Asimismo, la ciudad de Zaporiyia, en el sur, fue alcanzada por tres bombas rusas, dejando una mujer herida y daños en viviendas y edificios residenciales. Por su parte, el ejército ruso informó en su reporte diario la toma de dos pequeñas localidades en las regiones de Járkov y Zaporiyia.

