Madrid (Efe).-Dieciocho exgobernantes latinoamericanos enviaron una carta al presidente Joe Biden para pedirle que levante el embargo contra La Habana y saque al Gobierno cubano de la lista de patrocinadores del terrorismo, invocando los daños causados en la Isla por el huracán Ian.
Entre los firmantes destacan los expresidentes José Mujica (Uruguay), Dilma Rousseff (Brasil), Juan Manuel Santos y Ernesto Samper (Colombia), Evo Morales (Bolivia), Martín Torrijos (Panamá), Rafael Correa (Ecuador), Vinicio Cerezo (Guatemala) y Leonel Fernández (República Dominicana).
En la misiva, compartida con The Associated Press antes de su difusión el miércoles, los signatarios reiteran el discurso del régimen cubano, que insiste en culpar a las sanciones de Washington de todas las privaciones que sufren los cubanos.
La carta fue enviada en momentos en que Cuba atraviesa su peor crisis económica, política y energética del siglo, lo que ha causado un éxodo migratorio histórico.
«Le solicitamos, señor presidente, que tome en cuenta esta dramática situación que miles de cubanos están experimentando y haga todo lo necesario para levantar las restricciones que afectan a los más vulnerables», afirma el texto.
«El pueblo cubano está sufriendo enormes dificultades para el abastecimiento de medicamentos, la llegada de ayudas humanitarias, las restricciones impuestas a los servicios financieros, la llegada de turistas e inversiones de terceros», lamentan los firmantes.
Al mismo tiempo, señalan las «limitaciones de los viajes, el envío de remesas y las donaciones desde Estados Unidos» como elementos que generan un impacto «nocivo (…) no solo para quienes habitan la Isla, sino para el pueblo cubanoamericano».
La misiva también reivindica la salida de La Habana del listado de gobiernos patrocinadores del terrorismo que elabora el Departamento de Estado estadounidense, dado su «apoyo al proceso de paz de Colombia con el Ejército de Liberación Nacional (ELN)» y su compromiso con el «cumplimiento de los protocolos firmados con el Estado colombiano».
La Asamblea General de Naciones Unidas votará esta semana la resolución de condena contra el embargo que La Habana presenta hace ya 30 años ante ese organismo, que invariablemente la ha apoyado.
Funcionarios del régimen aseguran que las sanciones dificultan al país recuperarse del huracán, que destruyó 14.000 viviendas y causó severos daños a la red eléctrica nacional, en crisis extrema desde mayo pasado debido a la obsolescencia de las termoeléctricas que funcionan en la Isla, según las propias autoridades.
Biden ha relajado algunas sanciones, pero también ha criticado la represión del régimen cubano contra los participantes de las protestas del 11J.
Sin embargo, en un gesto inédito, tras el paso de Ian, Washington ofreció una ayuda de 2.000.000 de dólares, que La Habana aceptó.
La cancelación total del embargo necesitaría la autorización del Congreso en un momento de profundas divisiones políticas en Estados Unidos, y la proximidad de las elecciones de mitad de periodo —en las que Florida es un Estado donde ningún partido tiene asegurada la victoria— solo complica el panorama para los deseos del régimen cubano.