Eduardo Hidalgo, quien es presidente de la Asociación Dominicana de Profesores, aseguró que maestros y alumnos prefieren estar en el infierno antes que impartir y recibir docencia en aulas móviles, las cuales se supone que se utilizan para resolver un problema temporal, pero se dejan con carácter permanente.
Hidalgo reveló que el 80% de los docentes encuestados expresó una opinión negativa respecto a la idoneidad de las aulas móviles instaladas por el Ministerio de Educación.
Agregó que los maestros señalan que estas aulas presentan deficiencias en términos de ventilación e iluminación, aspectos fundamentales para garantizar un ambiente de aprendizaje saludable y adecuado.
“Yo creo que un profesor o una profesora preferiría dar clase en el infierno que estar más o menos frescos que en un aula móvil; no está climatizada, la ventilación no es adecuada, falta de iluminación y, naturalmente, el calor, porque cuando se enciende el abanico, lo que se recibe es una brisa caliente, y hay que aclarar que no todas cuentan con ese aparato electrodoméstico”, fustigó el presidente de la ADP al ser entrevistado en el programa D´AGENDA.
Agregó que, al tratarse de un espacio más reducido, se agrega que los techos y paredes son fabricados de un material plástico, y hay que saber lo que sucede cuando se combina un clima tropical con ese tipo de material, las altas temperaturas que estudiantes y profesores tienen que soportar en ese ambiente.
“Además de que nos las dejan de manera permanente, en San Francisco de Macorís hay una escuela cuyas aulas son todas de las llamadas móviles, y eso tiene más de 15 años, y hay que preguntar en cuánto sale una aula móvil”, detalló.
El presidente de la ADP indicó que resulta más económico para el Estado dominicano concluir las 500 escuelas que están pendientes, con lo cual se podría conjurar el déficit de aulas que en la actualidad tiene el sistema de enseñanza pública.
El dirigente sindical se quejó también de que los estudiantes de Blanco Arriba, del municipio de Tenares, provincia Hermanas Mirabal, seguirán recibiendo docencia en una funeraria debido a que la construcción del Liceo Isidro Antonio Estévez, que lleva diez años en construcción, no estará concluida para el inicio del próximo año escolar.