La Estatal Administradora de Riesgos de Salud, Senasa, es la ARS que dura más tiempo en pagar los servicios que ofrecen a sus afiliados las clínicas y hospitales privados, de acuerdo a los ejecutivos de Andeclip, Rafael Mena y Marino Pérez.
Mena informó que dueños de clínicas y médicos han sostenido varias reuniones con la aseguradora estatal, porque se tarda dos y tres meses para pagar los servicios de salud que reciben sus afiliados.
“Las ARS privadas están pagando más a tiempo; no quiere decir que no haya esos inconvenientes que nosotros señalamos. Generalmente recibimos los pagos los días 15 y 20; hasta ahora nosotros estamos recibiendo esos pagos de esas instituciones, y las otras lo hacen más diferenciados, no están a tiempo, como las tres instituciones más grandes”, respondió al programa D´AGENDA el presidente de la Asociación de Clínicas y Hospitales Privados.
El vicepresidente de la entidad, doctor Marino Pérez, explicó que “por eso vimos con mucha alegría y beneplácito el hecho de que el presidente Luis Abinader reconoció que se necesita un aumento de la cápita en la parte de la aseguradora Senasa; entonces vemos una esperanza de que eso pueda conllevar una estabilización de los pagos”.
“Nosotros hemos tenido reuniones con Senasa desde hace mucho tiempo, y tratamos de resolver nuestros problemas, porque ciertamente hay retrasos en diferentes áreas del país con los médicos y las clínicas; se retrasan dos y tres meses para pagarles y, sobre todo, en el interior del país, donde hay más pacientes que usan esa aseguradora, las deudas son más elevadas que en la capital”, reveló el presidente de Andeclip.
Los doctores Rafael Mena y Marino Pérez también exigieron a la ARS pública que aumente los pagos a las clínicas como han hecho las Administradoras de Riesgos de Salud privadas, cosa que no ha hecho, pese a la influencia y el alto número de afiliados que tiene Senasa.
Andeclip espera que se restablezca la normalidad de Senasa lo más pronto posible, y disponga el aumento del 30% a clínicas y hospitales privados para que no desaparezcan como ha sucedido con decenas de centros de salud, principalmente en el Gran Santo Domingo.