Para el ministro administrativo de la Presidencia Andrés Bautista García, el principal desafío que tiene la República Dominicana es la caótica situación de Haití, ya que en la actualidad las estructuras criminales controlan prácticamente Puerto Príncipe, y la comunidad internacional le ha dado la espalda a la empobrecida nación.
“El presidente Luis Abinader no ha dejado de mencionar y de demandar la atención del tema haitiano, en cada participación que ha tenido, tanto en el exterior como aquí. Para mí es el problema número uno en lo que tiene que ver con la inseguridad que hay en Haití, y el impacto que podemos tener nosotros”, deploró Bautista García.
Sostuvo que, “ante esa situación, el gobierno lo que ha hecho es prepararse, creando condiciones para tener control de la frontera, y mantener los operativos de deportaciones de una grandísima cantidad de haitianos indocumentados que hay en el país”.
“La frontera hoy está más segura que en ningún otro tiempo, en el sentido de que hay una permanente vigilancia del ejército dominicano, hay mayor preparación, y lo que nadie había hecho es poner una separación física en la franja fronteriza entre República Dominicana y Haití”, destacó el funcionario.
Andrés Bautista lamentó que todavía hay personas que critican la construcción del muro, pero lo invitó a que vayan y vean la diferencia que hay, porque antes no había nada que separara ambos países; sin embargo, hoy hay una estructura que separa las dos naciones.
“Hay un cuerpo armado en permanente vigilancia en la línea divisoria; ahora, la frontera todavía tiene espacio que es difícil controlar, pero eso no es exclusivo de aquí. Hay que escuchar lo que está pasando en la frontera de Polonia con Rusia y Bielorrusia, que lo último que han dicho es que van a poner minas terrestres por el lugar donde transitan los indocumentados”, aclaró.
Dijo que igual sucede entre Estados Unidos, México y Canadá, por el tema de la frontera, entonces, “cuando uno escucha que siguen pasando gente por la franja fronteriza dominico-haitiana, pero es que no resulta fácil, es imposible detenerlos a todos, porque las fronteras en el mundo entero son permeables”.
Insistió en que la situación de Haití es un gran problema para la República Dominicana por la vecindad de ambas naciones, y debido a que la comunidad internacional ha abandonado al pueblo haitiano a su propia suerte.
“Lo grande es que es un problema de nosotros, porque somos los vecinos, pero es que el mundo ha abandonado a Haití; a las potencias no les importa el destino de los ciudadanos haitianos, porque se ha permitido que la delincuencia sea la que controle esa nación, y a nadie le preocupa esa situación. Al único que le ha preocupado es al presidente Luis Abinader”, censuró.