Ankara/Beirut.- Más de 3.000 personas han muerto y otras 15.500 han resultado heridas en la serie de devastadores terremotos que ha sacudido el sureste de Turquía, cerca de la frontera con Siria, y que ha dejado miles de edificios derruidos en los que se sigue buscando a supervivientes en medio de bajas temperaturas.
En Turquía, el recuento más actual elevaba la cifra de fallecidos a 1.760 y de heridos a 12.068, según los datos comunicados por Afad, la agencia de emergencias.
En Siria, inmersa una guerra civil desde hace más de una década, la información sobre víctimas proviene, por un lado, del Gobierno de Bachar al Asad y, por otro, del último enclave del país controlado por la oposición, rodeado por fuerzas gubernamentales apoyadas por Rusia
En la zona controlada por el régimen, las últimas cifras hablaban de 593 muertos y 1.411 heridos, según la agencia SANA.
En la provincia noroccidental de Idlib, el último bastión opositor, y en otras partes de la vecina Alepo fuera del control de Damasco, se han contabilizado al menos 700 víctimas mortales y unos 2.000 heridos, según el grupo de rescatistas Cascos Blancos.
Estas zonas opositoras, fronterizas con Turquía, se encuentran más cerca del epicentro, por lo que hay menor capacidad de coordinar el recuento, al no haber una única autoridad gubernamental a cargo de las operaciones de rescate.
La Oficina de la ONU para la Coordinación de Asuntos Humanitarios (OCHA) recordó hoy que en estas áreas opositoras, «fuertemente» afectadas por el terremoto, residen 4,1 millones de personas que dependen de la ayuda humanitaria para sobrevivir, y que son en su mayoría mujeres y niños.