BOSTON.- Los Boston Celtics iniciaron este sábado su búsqueda del anillo con una paliza a los Atlanta Hawks (112-99) en un partido de la primera ronda de la Conferencia Este que ya ganaban por 32 puntos poco después del descanso.
Tras caer en las Finales de 2022 ante los Golden State Warriors de Stephen Curry, los Celtics (segundos en el Este) empezaron estas eliminatorias con una sólida actuación ante unos Hawks llegados desde el ‘play-in’ y que van a tener que mejorar mucho para poder plantar cara al equipo de verde.
El único aspecto negativo de Boston fue que en la segunda mitad se relajaron tanto que Atlanta se puso solo 12 puntos abajo en el último cuarto, lo que obligó a los locales a un esfuerzo extra para evitar un susto.
Jaylen Brown (29 puntos y 12 rebotes), Jayson Tatum (25 puntos y 11 rebotes) y Derrick White (24 puntos y 7 asistencias) fueron los mejores de unos Celtics en los que el dominicano Al Horford aportó 6 tantos y 9 rebotes.
Los Hawks tuvieron a Dejounte Murray como máximo anotador (24 puntos, 8 rebotes y 6 asistencias) mientras que Trae Young completó un encuentro gris (16 puntos y 8 asistencias con un triste 5 de 18 en tiros).
Atlanta firmó una tarde aciaga desde el perímetro con un depresivo 5 de 29 en triples.
El partido se le puso muy cuesta arriba a los de Quin Snyder desde el principio ya que en el primer cuarto se estrellaron con un 0 de 9 en triples y cinco balones perdidos.
Boston, en cambio, se apoyó en 13 puntos de Tatum en el periodo inicial para marcharse en el marcador (29-19).
Sin asomo de reacción visitante, los Celtics golpearon de nuevo en el segundo cuarto con un contundente parcial de 20-3, superaron pronto el +20 de diferencia y no levantaron el pie del acelerador para llegar al descanso con un elocuente e incontestable 74-44.
Los Hawks, que perdieron las tres veces en las que se vieron las caras con los Celtics en la temporada regular, mejoraron sus prestaciones en el tercer cuarto y llegaron a ponerse a solo 12 puntos en el último con Bogdan Bogdanovic dando un paso al frente, pero la victoria de Boston no llegó realmente a peligrar.