Santo Domingo.– La discoteca Jet Set operaba la noche del colapso con una cantidad de personas muy por encima de su capacidad legal, lo que dificultó la evacuación y multiplicó el número de víctimas fatales, según reveló el Ministerio Público en su solicitud de medida de coerción contra sus propietarios, Antonio Espaillat y Maribel Espaillat de Veras.
El documento judicial, entregado este sábado ante la Oficina de Atención Permanente del Distrito Nacional, indica que el establecimiento contaba con un permiso que limitaba el aforo a 650 personas, pero el 8 de abril pasado había al menos 900 asistentes en el interior del local.
“Los imputados permitieron el ingreso de un número de personas muy superior al autorizado, violando las normas de seguridad, lo que impidió una evacuación efectiva al momento del desplome”, expone la acusación.
Además del sobrecupo, la discoteca carecía de rutas de escape eficientes. “Las salidas de emergencia estaban obstruidas o no señalizadas adecuadamente, lo que provocó que muchas personas quedaran atrapadas bajo los escombros sin posibilidad de auxilio inmediato”, subraya el Ministerio Público.
Estos elementos forman parte del conjunto de pruebas que sustentan la solicitud de prisión preventiva contra Antonio Espaillat, así como arresto domiciliario y otras medidas restrictivas contra Maribel Espaillat, quienes enfrentan cargos por homicidio involuntario, negligencia criminal y violaciones a la ley de seguridad estructural.