REDACCION INTERNACIONAL.-La OPEP+, conformada por los 13 miembros de la OPEP liderados por Arabia Saudita y sus 10 aliados encabezados por Rusia, decidió recortar drásticamente las cuotas de producción para mantener los precios del crudo, que iban con tendencia a la baja.
Al impulsar una reducción de la producción de petróleo, Arabia Saudita puso a prueba su relación ya difícil con Estados Unidos, aunque los expertos descartan una ruptura inmediata entre estos dos socios.
El 5 de octubre, la OPEP+, conformada por los 13 miembros de la OPEP liderados por Arabia Saudita y sus 10 aliados encabezados por Rusia, decidió recortar drásticamente las cuotas de producción para mantener los precios del crudo, que iban con tendencia a la baja.
Un aumento de los precios ayudaría a llenar las arcas de Moscú, que cuenta con la venta de hidrocarburos para financiar la invasión de Ucrania.
En un contexto de inflación mundial y subida de los precios de la energía acelerada por la guerra, la decisión de la OPEP+ molestó a la Casa Blanca, que teme las repercusiones de un nuevo encarecimiento en las elecciones de medio mandato de noviembre.
“Habrá consecuencias por lo que han hecho con Rusia”, advirtió el martes el presidente estadounidense, Joe Biden, sin más precisiones.
Los responsables de Arabia Saudita, primer exportador mundial de petróleo, rechazaron las acusaciones de connivencia con Rusia y descartaron cualquier tipo de “imposición”.