Santo Domingo, República Dominicana – En una noche llena de brillo, vestidos de gala y talento desbordante, María Vargas, la candidata representante de la provincia Duarte, dejó una huella indeleble en el Miss República Dominicana Universo. No lo hizo solo por su belleza o gracia, sino por su audaz0 monólogo que dejó al público reflexionando sobre temas que rara vez se abordan en este tipo de eventos.
*»Pero tenemos un metro»*
Bajo este título, Vargas realizó un monólogo en cuatro capítulos que cubría temas de narcotráfico, nepotismo, desempleo y la frágil infraestructura del país, siempre yendo de vuelta al estribillo humorístico pero incisivo: “¡Pero tenemos un metro!”. En vez de optar por una actuación más tradicional, la candidata tomó un riesgo y utilizó su plataforma para arrojar luz sobre problemas sociales y políticos que afectan a los dominicanos.
*Un grito de alerta*
En su presentación, María Vargas habló abiertamente sobre la falta de recursos en hospitales, el problema del suministro eléctrico en los barrios y la inseguridad en la nación. También hizo alusiones a figuras políticas, cuestionando su honestidad y compromiso con el bienestar del pueblo.
*Reacción del público*
El público respondió con una mezcla de sorpresa y admiración. El monólogo provocó aplausos y gritos de apoyo, confirmando que Maria Vargas había tocado una fibra sensible en la conciencia social de los espectadores.
*¿Un cambio de paradigma?*
La actuación de la representante de la provincia Duarte plantea una pregunta más grande: ¿Es este el momento para que los certámenes de belleza evolucionen y se conviertan en plataformas para discutir temas sociales y políticos más serios? Sea como sea, una cosa es segura: María Vargas ya ha dejado su huella, desafiando el status quo y demostrando que la belleza y la inteligencia pueden caminar de la mano para impulsar cambios en la sociedad.