Redacción Internacional.- La invasión rusa de Ucrania entra este sábado en su décimo día con el anuncio de un alto el fuego temporal para la apertura de corredores humanitarios que permitan la evacuación de la población civil en las ciudades de Mariúpol y Volnovaja, en el este del país, pero bajo la alarma generada por la ocupación de la central nuclear de Zaporiyia, la mayor de Europa.
«Hoy, 5 de marzo, se anuncia un cese al fuego a partir de las 10.00 hora de Moscú (09.00 hora de Kiev) y la apertura de corredores humanitarios para la salida de civiles de Mariúpol y Volnovaja», señaló el Ministerio de Defensa, según las agencias rusas.
El Ayuntamiento de la ciudad de Mariúpol anunció que la evacuación de la población civil comenzará a las 11.00 hora local (09.00 GMT).
«Queridos vecinos de Mariúpol, a partir de hoy comienza la evacuación de la ciudad. No es una decisión fácil, pero como siempre he dicho Mariúpol no son ni sus calles ni sus edificios. Mariúpol son sus habitantes, nosotros», señaló el alcalde de la esta localidad, Vadim Boychenko, en un mensaje a los ciudadanos.
La ONU dijo este viernes que está preparada para apoyar la puesta en marcha de corredores humanitarios en Ucrania tras el principio de acuerdo alcanzado entre Kiev y Moscú para tratar de facilitar la evacuación de civiles de zonas afectadas por los combates.
La posible apertura de corredores humanitarios fue el principal resultado de las negociaciones mantenidas el jueves entre representantes rusos y ucranianos, que el Gobierno de Kiev quiere establecer en nueve lugares: Sumy, en el noreste, Cherníov (noreste), Járkov (este), Kiev (norte), Mykolaiv (sur), Zaporiyia (sureste), Jersón (sur) y las regiones de Lugansk y Donetsk (este).
Según los cálculos del Servicio Estatal de Emergencia ucraniano, la intervención rusa ha dejado 2.000 civiles muertos y más de un millón de personas han huido de Ucrania, según ACNUR.
Los choques armados en la central atómica dispararon todas las alarmas en la comunidad internacional, aunque finalmente parece que el ataque no ha provocado daños graves a pesar de que un edificio situado a pocos cientos de metros de los seis reactores se incendió.