España (EFE).-El Real Madrid, sólido y duro, se proclamó este miércoles ganador de la Liga española de baloncesto al aprovechar el bajón en la segunda parte de un combativo Valencia Basket y sumó una tercera victoria que, unida a las dos logradas como local, le permitió alzar por la vía rápida el título de campeón.
Cerebral con el argentino Facu Campazzo, acertado con Sergio Llull y el croata Mario Hezonja y contundente con el angoleño Bruno Fernandes y el caboverdiano Walter Tavares, autores de muchos de sus nueve tapones, el equipo de Chus Mateo aguantó con temple las embestidas del desacertado equipo local para alzar su primer título de la temporada.
La Fonteta se había puesto de gala para empujar a su equipo, consciente también de que podía ser el último partido del Valencia Basket en un pabellón que ha sido su casa desde 1987, casi cuatro décadas y que ahora deja para trasladarse al Roig Arena.
A la trascendencia del partido y a la emotividad de la noche, se unió un ambiente caldeado por las quejas por la actuación de los árbitros en el segundo partido del técnico ‘taronja’ Pedro Martínez.
Pintó el club valenciano las gradas con ocho mil camisetas naranjas con el lema ‘Gràcies Fonteta’ y dos minutos antes del choque estrenó su nuevo himno e hizo atronar el pabellón con una ‘globotà’.