ESPAÑA.- No hay indicios de que la erupción volcánica en la isla española de La Palma vaya a terminar, según indicaron las autoridades hoy, domingo, cuatro semanas después de que comenzara el fenómeno.
El volcán en una de las Islas Canarias ha destruido por ahora más de 1,800 edificios, la mayoría viviendas, aunque las rápidas evacuaciones ayudaron a evitar víctimas en la isla de unas 85,000 personas.
El presidente de Islas Canarias, Ángel Víctor Torres, señaló que los científicos que vigilan la erupción desde el 19 de septiembre no han visto indicios de que la erupción esté remitiendo, mientras las coladas de lava siguen fluyendo hacia el mar.
“Estamos a merced del volcán”, sostuvo Torres a la prensa. “Es es el único que puede decidir cuándo acaba”.
Unas 7,000 personas han tenido que abandonar sus hogares.
La erupción volcánica en La Palma filmada por la residente Carlota Manuela Martín Fuentes, el 19 de septiembre de 2021.
El Instituto Volcanológico de Canarias reportó una primera erupción poco después de las 3:00 de la tarde del 19 de septiembre cerca del extremo sur de la isla, donde se había producido la última erupción en 1971.
El volcán entró en erupción tras una semana de creciente actividad sísmica, vigilada de cerca por las autoridades.
Las fisuras en la cordillera volcánica de Cumbre Vieja expulsaban lava roja y nubes de humo blanco y negro.
Los científicos habían dirigido su atención a la zona durante los últimos días debido a la acumulación de magma bajo la superficie y a una sucesión de pequeños sismos.
Antes de la erupción se registró un sismo de magnitud 4.2 en la zona conocida como Cabeza de Vaca, en la ladera occidental de la cordillera.
La lava fluía hacia el mar en la isla de La Palma a unos 700 metros por hora, según el Instituto Volcanológico de Canarias.
La erupción abrió dos fisuras separadas por unos 200 metros (650 pies).
La última erupción del archipiélago hasta ahora se había producido bajo el agua frente a la costa de la isla de El Hierro, en 2011. Duró cinco meses.
El volcán ha producido un ruido sordo constante, así como docenas de temblores menores la mayoría de los días, y ha cubierto una amplia extensión de terreno con cenizas volcánicas. La nube de ceniza mide varias millas de altura.
Los vuelos a las islas han sufrido interrupciones esporádicas debido a la ceniza. Entre el sábado y el domingo y el domingo se cancelaron 56 vuelos.
La roca fundida ha cubierto casi 1,900 acres de terreno, la mayoría terrenos rurales y de cultivo, según las últimas imágenes por satélite. También se han perdido casi 37 millas de carreteras.
La isla vive sobre todo del turismo y las plantaciones de plátanos. El gobierno ha prometido millones de dólares para ayudar a reconstruir las infraestructuras dañadas.
