El arquitecto Jorge Montalvo atribuyó a las alzas en los materiales de construcción y los incrementos de los tipos de interés, la desaceleración que ha tenido el sector vivienda en este 2022.
“Ciertamente ha habido una desaceleración del sector, en el más reciente informe del Banco Central sobre el comportamiento del PIB, del periodo enero-noviembre, establece que la construcción ha crecido 1.6%, y en este momento está ocupando el lugar número 16 dentro de los sectores productivos, y sorprende un poco, sobre todo, viniendo de un 2021 donde la construcción fue uno de los protagonistas del relanzamiento económico”, aseguró el presidente de Acoprovi al ser entrevistado en el programa D`AGENDA. Recordó que el crecimiento de la construcción fue de un 23.4% el pasado año, y ocupó el segundo lugar, representando al sector, y contribuyó con un 15% al incremento del Producto Interno Bruto.
“Realmente es una desaceleración importante, pero tiene su explicación, y lo que ha sucedido es que a partir de noviembre del 2021 las autoridades monetarias y financieras tuvieron que tomar medidas restrictivas para controlar la inflación, y ciertamente ha dado resultados”, reconoció.
Sostuvo que esas medidas han tenido sus efectos porque el sector construcción siempre ha reaccionado de manera muy rápida a todo lo que tiene que ver con tasas de interés, cuando bajan las tasas se observa un dinamismo como el pasado año, porque hay una repercusión positiva tanto para los desarrolladores como para los adquirientes, pero cuando sube el efecto es contrario. Reiteró que, Esas alzas en las tasas de interés, sumado al incremento de los precios de los materiales de construcción fueron determinantes para la desaceleración de dicho sector, como lo confirma los datos suministrados por el Banco Central.
Montalvo sugirió que, para que el sector retome su dinamismo en el 2023, las autoridades creen las condiciones financieras para que muchos proyectos que están en un compás de espera puedan arrancar, con tasas cómodas para los adquirientes, e incentivos para las viviendas de bajo costo. Dijo que en la actualidad una vivienda de bajo costos cuesta 5.5 millones de pesos, en tanto el déficit habitacional y viviendas en condiciones vulnerables se aproximan 1,500,000.
Sobre el tema de los trabajadores haitianos, el presidente de Acoprovi dijo que el sector ya no requiere de una cantidad mayor de mano de obra de la que existe, pero si le interesa que se la renueve el carnet de regularización a quienes se le haya vencido.
En otro orden, el presidente de la Asociación de Constructores y Promotores de Viviendas solicitó a las autoridades competentes incluir a los trabajadores del sector en el régimen contributivo-subsidiado de la seguridad social, tal y como se ha contemplado con las trabajadoras domésticas.
