Serguéi Lavrov, declaró este sábado que Rusia entró «en una fase de confrontación agudísima con el bloque agresivo, compuesto por Estados Unidos, la Unión Europea y la Alianza del Atlántico Norte».
De acuerdo con sus palabras, en Occidente se formuló «abiertamente» la tarea de «vencer a Rusia en el campo de batalla, pero no detenerse con esto, sino eliminarla como competidor geopolítico».
En ese contexto, sostuvo que las decisiones que se abordan y se toman en el marco de la cumbre del grupo G7 en la ciudad japonesa de Hiroshima «están dirigidas a la disuasión doble de Rusia y la República Popular de China».
Lavrov destacó que EE.UU. «usó la crisis ucraniana para consolidar» su área de influencia, pero esta consolidación «se parece más a una sumisión total de su voluntad». Sin embargo, «al mismo tiempo, apareció una línea de fractura entre el Occidente colectivo y la mayoría global de países del Sur Global y del este», dijo.
En el marco de su discurso, Lavrov reiteró también que Rusia tiene muchos aliados y países con ideas afines. «Y aquí hay que entender bien que no promovemos hostilidad hacia nadie. Nos vemos obligados a responder firmemente, fundamentalmente, consecuentemente a la guerra que fue declarada contra nosotros. La hostilidad proviene de aquel lado de las barricadas, barricadas que dividen a aquellos que quieren vivir usando su mente y en interés de sus pueblos y aquellos que quieren vivir a expensas de otros», indicó.