Santo Domingo – La violencia armada en Estados Unidos es “sistémica y sistemática”, afirmó la doctora Lilian Bobea, para quien ese comportamiento “es algo que está incorporado en el centro del país y su cultura”.
La catedrática de justicia criminal de Fitchburg State University en Massachusetts sostuvo que, aunque se quiere destacar que la diáspora dominicana y los países de América Latina y el Caribe son violentos, hay que tener en cuenta “Estados Unidos es un país generador de violencia armada que afecta a todo el hemisferio occidental”.
Al ser entrevistada en el programa “Propuesta de la noche”, por RNN Canal 27, Bobea recordó que Estados Unidos “es el principal exportador de las armas que entran de manera legal e ilegal a los países de la región y que terminan en manos criminales. Esto es un fenómeno que debe preocupar a todos los que forman parte de la región”.
La experta manifestó que las principales tendencias que se ven en cuanto a la violencia armada en Estados Unidos son el armamentismo civil que es la fuente principal de la violencia en Estados Unidos y es un fenómeno único en el mundo.
“Esta violencia no está asociada a la criminalidad común. Se diferencia de la violencia que se experimenta en los países de América latina. Es una violencia indiscriminada y la parte que concierne a la criminalidad es muy reducida comparada con tiroteos, robos, masacres, suicidios y victimización de mujeres o violencia doméstica”, apuntó Bobea.
Definió a Estados Unidos como “un país dividido alrededor de la interpretación de la segunda enmienda (de la Constitución) que se refiere a los derechos constitucionales de las personas de poseer armas y los datos no mienten. En Estados Unidos hay más armas en manos de civiles que ciudadanos. En términos globales, solamente posee 393 millones de un total global de 857 millones de armas que existen en mercados legales e ilegales”.
La reconocida socióloga dominicana agrega que “hay un proceso de concentración de armas en pocas manos dado que solamente alrededor del 46% de la población posee armas”, con una escalada progresiva desde el año 2007.
Citó que durante el año 2018 se manifestó un total de 56,952 incidentes, de los cuales 340 fueron considerados masacres, dejando como saldo ese año 14,641 muertes y 28,161 heridos.
En cuanto a las masacres, Bobea reveló que hasta el mes de junio de este año se contabilizaban 300 tiroteos, una cantidad de tiroteos y masacres igual a las que se produjeron en la totalidad del año pasado, por lo que “se está viendo un fenómeno de ascenso de escalamiento muy rápido”.
La catedrática universitaria advirtió que la violencia es racial es solo parte del fenómeno, porque a su juicio “se trata de una violencia indiscriminada en un sentido y discriminada en términos raciales, pero también en términos étnicos, en cierta medida los migrantes son un punto de atención de aquellos sobre todo en los estados del sur que consideran que la migración está haciendo daño a la economía norteamericana”.
Señaló que Estados Unidos es un país que está dividido en términos político-ideológicos y el debate alrededor de la cuestión armamentista está totalmente politizado.
“En el discurso republicano hay toda una ecología de la posesión de armas, de la necesidad de más armamentismo contra los controles y en el caso de los demócratas, hay la necesidad de establecer más controles, un fenómeno que explica lo del armamentismo y de por qué los civiles en Estados Unidos valoran tanto la posesión de armamentos.
Otro factor, a juicio de Bobea, que estimula la posesión de armas, es el peso de la industria armamentista, porque “la producción de armas en el país es un negocio complejo y eso tiene su peso”.
“La segunda enmienda plantea que una bien regulada milicia siendo necesaria para asegurar el estado libre el derecho de las personas a poseer armas no debe ser infringido, pero la pregunta aquí seria ¿de qué se está hablando? Se está hablando del periodo de la revolución que hubo en Estados Unidos contra el imperio británico”, apuntó Bobea.
Explicó que los aspectos constitucionales relativos a la posesión de armas se refieren a ese periodo en el cual no había un ejército formal en toda la nación y básicamente los ejércitos irregulares se formaron por guerrillas y en ese momento era necesario que esas personas tuviesen acceso a armas para defender el nuevo Estado que surgía en Estados Unidos.
Bobea dijo que otro aspecto importante para entender por qué es consistente y resiliente el elemento de armamentismo, es el cabildeo de la Asociación Nacional del Rifle y de la Asociación Nacional de Armas de Fuego “que tienen conexiones en el Congreso y que financian al Partido Republicano y eso les ha permitido imponer su agenda y también dominar la opinión pública”.