Estos Thunder son un equipazo. Sin entrar a debatir si están preparados o no para la batalla en playoffs camino del anillo, la realidad es que a nivel de potencial hay pocas cosas comparables a la NBA, sobre todo después de que a un aspirante al MVP como Shai Gilgeous-Alexander se haya sumado un enorme talento como Chet Holmgren, que sigue dando pasos de gigante para convertirse en Novato del Año.
Con esa fórmula OKC recibió en su cancha a los Clippers. Se esperaba un gran partido. Los californianos llegaban tras nueve victorias consecutivas y los Thunder querían dejar claro por qué son segundos de la Conferencia Oeste. Pues bien, ocurrió lo segundo. Con una marcha más desde el principio y un Shai excelente, los locales cobraron rápidamente un renta superior a los 10 puntos y, aunque los angelinos igualaron el encuentro en el tercer cuarto, nuevamente pisaron el acelerador para terminar imponiéndose por un claro 134-115.
Como decíamos, si OKC ha llegado a este nivel es en gran parte culpa de Shai. El guard canadiense va exhibición a exhibición y anoche demostró que simplemente hace de todo sobre el parqué con 31 puntos, 8 rebotes, 4 asistencias 4 robos y 2 tapones. Junto a él, Holmgren logró 22 tantos y Luguentz Dort otros 21. Gilgeous-Alexander tenía claro antes de empezar que el nivel del rival exigía estar a su mejor nivel.
«Obviamente, ellos son un grupo súper talentoso. Hay un grupo de futuros miembros del Salón de la Fama en ese equipo. Sabíamos cuál era la tarea que nos esperaba en este partido», explica.
Para los Clippers la derrota supuso la primera tras nueve triunfos consecutivos. Los de Tyronne Lue han mejorado mucho en las últimas semanas y se ha demostrado a base de victorias. Si bien anoche no pudieron repetir, James Harden llegó a los 23 puntos y Paul George añadió 22. Kawhi Leonard no pudo jugar por una contusión en la cadera derecha. «Hicieron un buen trabajo simplemente atacándonos. No pudimos igualarlos y aprovecharon rápidamente esa circunstancia», explica el head coach de los californianos.
Ovación a Westbrook
Más allá del resultado del partido en sí, Russell Westbrook se llevó una gran ovación y aplausos cuando entró en la cancha a 6:51 minutos para que concluyese el primer cuarto. Los aficionado de OKC no le olvidan y él lo agradece con estas palabras.
«Son los mejores aficionados del mundo. Sinceramente, para mí es como estar en casa. Crecí aquí y me recibieron a mí y a mi familia con los brazos abiertos. Me dieron todo lo que tenían cada noche. Yo también lo hice y estoy agradecido», señala.