Por José Francisco Peña Guaba
Mis críticos me acusan de ser parcial, que mis escritos distorsionan la realidad nacional en favor de la causa con la que me identifico, estos no ven de modo alguno lo asertivo o no de mis análisis, solo les importa identificarme como “leonelista”, para atribuirle un sesgo a los criterios que expongo a través de mis acostumbradas reflexiones.
Sin embargo, no negare que muchos de mis estimados lectores quisieran que yo les dibuje el actual panorama electoral, fuera de toda pasión, ni interés particular, cosa que por pedido de los mismos he de realizar en este escrito, tratando que el presente artículo sea lo más apegado a la realidad de hoy, y más que nada a la verdad histórica.
La crónica que les haré sobre el intrincado inicio de esta precampaña electoral prefiero hacerla para que le sea más entendible a los que me hacen el honor de leerme, de una manera más puntual o pedagógica, a modo de decálogo, de reglas político sociales, que bien podrían determinar lo que pudiese suceder en las próximas dos citas electorales, las municipales en febrero, la congresual y presidencial en el mes de mayo del próximo año, veamos:
- Hoy el oficialismo se ve imbatible para las municipales de febrero, esa percepción nace de varias circunstancias, primero, los gobiernos casi siempre ganan las elecciones municipales, con excepciones como la de los años 1998 y 2020, la primera la barrió la oposición, como un homenaje póstumo ante el recién fallecimiento de mi padre y en el año 2020 por la conformación de una autentica unidad opositora en la coalición denominada “Juntos Podemos”, pero, sobre todo, por la suspensión de las elecciones municipales del 16 de febrero de dicho año, cuyo fallo la sociedad le endilgó al oficialismo de entonces, todos los demás comicios de los años 2002, 2006 y 2010 fueron ganados por los gobiernos de turno. Aunque se trabaja denodadamente para construir una verdadera alianza de la oposición, los intereses, radicalismos y resabios de las cúpulas de las organizaciones no están permitiendo que se pongan de acuerdo, en especial la Fuerza del Pueblo y el Partido de la Liberación Dominicana;
- Si se presentasen varios postulados para un mismo cargo y en una misma demarcación por parte de los partidos opositores, le estarán entregando en bandeja de plata el triunfo de las municipales al PRM, esta organización no necesita sacar el 50% de los votos, pudiese ser que hasta con un 35% de los sufragios estos podrían salir ganancioso de esos comicios;
- En interés de acercar la oposición estamos construyendo una plataforma de concertación y diálogo que se denomina Coordinadora Electoral Opositora, en interés de unirnos en temas electorales, en defensa de la transparencia del proceso comicial y para denunciar el uso de los recursos del Estado en la campaña política a favor del oficialismo, no se descarta que, sin embargo, en la misma se logre unificar una gran parte de los recuadros electorales de las organizaciones políticas;
- Aunque la mayoría de los que hacemos política entendemos que nada ha cambiado y que todo seguirá igual al pasado, la verdad es que creo que esta vez no lo será, el establecimiento en la Ley Orgánica Núm. 20/23 del Régimen Electoral, de la creación de una Procuraduría Especializada para la Investigación y Persecución de los Crímenes y Delitos Electorales, establecerá una nueva forma de hacer política, pese a que la mencionada legislación que está, se constituirá dos años antes de las elecciones, la presión social y de las fuerzas opositoras obligarán a que se tomen acciones de excepción para impedir que con subterfugios se entronice nueva vez las argucias fraudulentas acostumbradamente utilizadas, como la compra masiva de cédulas y de votos, a través del ilegal mecanismo denominado la cadena;
- El dinero en demasía solo los tienen en campaña el oficialismo y los narcos o lavadores, es ahí la abismal diferencia entre candidatos correctos y los financiados por estos sectores, a los cuales les sobran recursos económicos y que están dispuesto a comprar los escaños a presupuesto abierto, cosa que hace de la campaña en nuestra nación como una de las más clientelares de América Latina, por lo que solo la aplicación decidida de la ley podrá parar a este mercado persa de la política;
- Aunque reconozco el crecimiento vertiginoso de la Fuerza del Pueblo, se necesitará del mayor esfuerzo de unidad en las demarcaciones para ganarle las elecciones a los modernos, confío en que la sensatez se impondrá y se buscarán fórmulas para unir en lo que sea posible a las opciones electorales opositoras;
- El oficialismo va a dar la pelea, han demostrado los modernos que están decidido a todo para no perder el poder, se han convertido después de tanto criticarlo en los campeones del transfuguismo, sin vergüenza alguna estos “seducen” a los incumbentes municipales de la oposición, demostrando con ello que la supuesta ética del cambio es solo cosa del pasado;
- El oficialismo decidido a tener la mayoría de los partidos reconocidos por la JCE a su favor, recurre al manido engaño de ofrecerles a todos las mismas candidaturas y la inclusión al tren gubernamental, solo que hasta ahora no hemos visto el primer decreto honrando compromisos hechos con los mismos, solo les recuerdo a lo que con falsas promesas buscan tener la mayor cantidad de recuadros en la boleta electoral para los comicios venideros, la frase de Juan Bosch “el cojo y el mentiroso no llegan lejos”;
- El gobierno quiere ganar las elecciones dando golpes perceptivos, para ello gasta miles de millones buscando convencer al electorado de que han hecho un buen gobierno, pese a los catastróficos resultados, y que por ello el pueblo le votará a favor, la verdad es que no hay concordancia alguna entre sus encargadas encuestas y la realidad del disgusto que en la calle se expresa; y
- Reconozco que quien está en el poder gobernando, es el gran empresariado, muy diferente a las gestiones gubernamentales del bonapartista doctor Joaquín Balaguer y del incómodo e independiente PLD, ahora son los megaricos los que trazan la política oficial, es por eso el demostrado desprecio a la clase política y a honrar los compromisos con los de abajo, los popis en su mayoría blancos y acicalados están en los cargos solo para representar los intereses oligárquicos.
La oligarquía hará de todo para acompañar a los modernos en su pretendida reelección, estos solo creen en el poder sugerente del dinero para comprar voluntades y conciencias, por eso es que la oposición debe de actuar no solo en su interés particular sino en buscar fórmulas que unifique las propuestas electorales para enfrentar a un oficialismo decidido a hacer lo que sea, taxativamente lo que sea, para mantener el poder más allá de agosto del próximo año 2024.
La verdad es que el pueblo está hastiado de la impericia de los del cambio y espera con ansias que la sensatez se imponga en las calenturientas mentes de la dirección de las diversas organizaciones opositoras, al final no le veo lo difícil, porque todos, sin excepción, pueden tener un espacio de participación si nos unificamos en los ayuntamientos, en el Congreso, y, claro está, en el Gobierno Central.
Varios líderes de la oposición pueden encabezar boletas en los diferentes niveles de elección y en el presidencial lo adecuado hoy, fuese que quien encabece las encuestas nacionales fuera el candidato y la segunda candidatura más preferida, sea el vicepresidente, si lo vemos por los datos coincidentes, al día de hoy, de todas las encuestas realizadas que muestran las preferencias electorales del pueblo, el candidato de la unidad sería el doctor Leonel Fernández de la Fuerza del Pueblo y su vicepresidente, el actual abanderado morado, Abel Martínez o a uno que represente el peledeísmo, que no esté comprometido de manera directa con los escandalosos casos de corrupción.
Ojalá los radicales entiendan lo que desean las bases opositoras y un desesperado pueblo ansioso de sacar del Palacio Nacional al popismo gobernante.