Los trabajos de arqueología llevan sus riesgos implícitos, de acuerdo a lo externado por Kathleen Martínez, quien dice que en las excavaciones que ha realizado en el mar Mediterráneo fue atacada por una mantarraya en su búsqueda de la tumba de la reina Cleopatra.
“En esta oportunidad tengo que valorar dos cosas: tanto los trabajos en tierra que se hacen en otoño e invierno como los trabajos en mar. Tenemos que buscar la época en que las condiciones sean más favorables para poder hacerlos. Estamos trabajando en un área que es bandera negra, en mar abierto, es decir, que hay mucho peligro; solo tiene 12 metros de profundidad, pero hay oleadas de mantarrayas. “De hecho, me atacó uno, me hirió, me dio el choque eléctrico”, advirtió Martínez.
Reconoció que ha habido accidentes, porque no están trabajando en la superficie. “También estamos trabajando bajo tierras en esos túneles, excavándolos por primera vez; eso es un hallazgo nuestro, y en esos túneles para la limpieza solo se puede estar dentro máximo cuatro horas, porque comienzan a dolerte las coyunturas como cuando estás debajo del agua, y ahí está el peligro de las serpientes, los escorpiones, y pocos trabajadores que quieren entrar a esos túneles conmigo”.
“Solamente los que son más jóvenes, que no tienen familia, se aventuran cada temporada a hacer esos trabajos; es decir, hay muchos riesgos, sacrificios, pero me mueve esta gran pasión y convicción que estoy trabajando en el lugar correcto. “Ya hemos cambiado la historia, hemos reescrito la historia del lugar, hemos aportado a la arquitectura conocida de los templos egipcios, y creo que vamos a seguir haciendo grandes aportes”, aseguró la profesional de la arqueología.
Martínez recalcó que está convencida de estar trabajando en el lugar correcto, y que es cuestión de tiempo para lograr los propósitos iniciales del proyecto. Todos los faraones del periodo griego, comenzando con Alejandro Magno hasta Cleopatra, 14 en total, están desaparecidos, y piensa que trabaja en el lugar correcto.